CABO 1º LEGIONARIO DABO, FIRMAD TODOS!!

En la TV de Melilla han retransmitido las desdichas de un hombre muy apreciado y conocido como es el cabo 1º legionario Dabo. Enfermo, por haber sufrido un derrame cerebral cuando prestaba servicio en los Balcanes con su querido Tercio cumpliendo misión internacional, apenas si se le podían distinguir e interpretar sus palabras de ahogo y ayuda, porque este valeroso soldado español ahora, en el momento más débil de su vida, tiene que luchar contra la injusticia y el atropello de la aplicación de una Ley arbitraria que no trata a todos por igual. Dabo, será desahuciado de su vivienda militar junto a su esposa y cinco hijos menores de edad. Sin contemplaciones, INVIFAS, órgano gestor del Ministerio de Defensa, la emprende contra los más desfavorecidos, los pensionistas de las Fuerzas Armadas, aquellos que además, como ocurre con el legionario Dabo, fueron pasados a la situación de retiro como consecuencia de lesiones o enfermedades causadas en acto de servicio, en el ejercicio de su profesión, cuando defendían los intereses del Estado Español en el extranjero. En Melilla, existe un parque de pisos militares vacíos que superan los 450. Todo hace suponer que Defensa se dispone a tejer algún plan o destino de esas viviendas o solares ya prescindibles, por cuanto la población militar en la ciudad ha disminuido alarmantemente. Hay más procedimientos de desahucios en marcha, pero es curioso que siempre afecten con más virulencia y rigidez a los indefensos. Los ojos, del que fue en tiempos mozos, gigante y atlético legionario, que colaboró una y mil veces con la Ciudad Autónoma en las Cabalgatas de Reyes Magos, estaban llenos de abatimiento y tristeza porque el día 25 sus hijos no tendrán techo donde cobijarse; ahora presenta una nueva herida a la que sumar las secuelas dejadas en Bosnia: la moral, la que quieren infringirle los suyos, el Ministerio de Defensa. Dabo decía que ha enviado a la ministra Carmen Chacón una carta de súplica como último recurso a su desesperada situación personal y familiar. Esperemos que encuentre eco en Madrid, aunque ya de por sí es inadmisible y censurable que las autoridades locales no hayan querido, o sabido, dar solución a sus demandas. Recuerdo algunas "leyes" del antiguo Tercio de Extranjeros, que supongo estarán abolidas. Era significativo el espíritu del que fuese famoso "Credo Legionario" al que Dabo sirvió con fidelidad y que ahora si apenas tiene fuerzas para gritar. En ese rostro dolorido intuí la llamada de auxilio de un viejo y honrado legionario, rememorando el espíritu de unión y socorro: "A la voz de ¡A mí La Legión!, sea donde sea, acudirán todos y, con razón o sin ella, defenderán al legionario que lo demande".